En los últimos días antes de ayer, la temperatura sobrepasó los 30° centígrados varias veces.
Odio al sol. Es mi enemigo mortal, y la tiene contra mí.
Ayer por fin el clima comenzó a componerse. Ha estado lloviendo, y el cielo es de un sano color gris. Estamos a 19° centígrados.
Adoro esta ciudad, pero detesto el sol que puede llegar a hacer. Y me encanta que llueva.
