La candidatura

Hoy tuve mi examen de candidatura del doctorado. Esa era una de las cosas que me tenían ocupado al borde de las lágrimas.

Yo no pensaba hacerlo sino hasta diciembre, pero me vi obligado a adelantarlo un poco, porque si no mi posgrado me dejaba de querer. Eso realmente no me molestaba mucho, pero que me dejara de querer conllevaba que ya no me diera apoyos.

Y eso es grave, porque estaba planeando en ir a Europa unas semanas… unas siete. Y luego dos meses a Canadá. Y luego otros dos meses a Estados Unidos. Y entonces el que mi posgrado me apoyará era como que importante.

(Planear el viaje, por cierto, era otra de las cosas que me tenían ocupado al borde de las lágrimas.)

El examen estuvo bien, y ahora soy candidato doctoral… lo que sea que eso signifique. Y mañana vuelo rumbo a España en la mañana.

Todavía no termino de hacer todo lo que tengo que hacer, así que todavía es posible que me haga bolita y me eche a llorar, pero sí ya pasé lo más difícil.

Y por cierto, escribo está entrada desde mi teléfono mamón, mientras hago cola para cancelar mi teléfono. No pienso pagar seis meses de teléfono e Internet mientras no estoy aquí.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *