GNOME Shell

Con la última actualización a GNOME 2.26 (que sí, ya sé que voy retrasado 6 meses porque ya salió GNOME 2.28, pero he decidido quedarme en Gentoo estable), mi laptop alcanzó un estado de casi perfección que me es difícil describir cabalmente. Absolutamente todo funciona como debe de ser, incluyendo pendejaditas que por alguna razón nunca lo habían hecho, como poder subir o bajar el brillo del monitor con el teclado.

Tengo exactamente dos problemas, que como son cosas que casi nunca uso ni siquiera sé si se ganen el calificativo de “problemas” realmente. Uno es que el lector de huellas digitales no funciona, y no se ve para pronto que lo vaya a hacer porque las Vaio utilizan un controlador propietario del cual casi nadie tiene información. El otro es que el micrófono integrado dentro de la laptop no funciona; si conecto un micrófono externo no hay problema, pero el integrado no quiere jalar. Probablemente tenga que ver conque HDA Audio es ahorita un ligero desmadre en Linux, y aunado con el cambio a PulseAudio las cosas se complican aún más.

Pero quitando eso estoy asombrado de la asombrosa asombrosidad de mi laptop en este momento. Mi desktop también quedó muy bien con la actualización; pero dado que mis desktop nunca me había dado problemas (por eso armo mis máquinas yo), y además ya va a cumplir cuatro años y sencillamente ya no tiene la galleta que yo requiero (lo cual me fuerza a ir pensando en actualizarla dentro de poco), pues es más bien irrelevante.

Buscando entonces cosas que no jalen a la perfección para poder estar jugando con ellas, y así evadir la responsabilidad de mi tercer examen general del doctorado, me puse a compila e instalar GNOME Shell.

Si todo sale como debe salir (que, dada la Ley de Murphy, probablemente no ocurra), GNOME 3.0 saldrá en alrededor de 6 meses, en lugar de GNOME 2.30, y GNOME Shell reemplazará a panel y al manejador de ventanas de GNOME (Metacity), que ciertamente ya muestran gacho la edad. GNOME Shell es un cambio radical en la idea de manejar las ventanas y los escritorios virtuales, tratando de hacer todo más dinámico y orientando todo a cosas que el usuario quiera hacer y dónde tiene sus documentos.

GNOME Shell

GNOME Shell

Lo he estado usando un par de días ya, y trataré de seguir usándolo. GNOME Shell reemplaza (y de hecho, medio mata) a Compiz, el manejador de ventanas con efectos 3D que vengo usando casi desde que salió hace 3 años. En general está bien, porque GNOME Shell tiene efectos 3D también, aunque mucho más sobrios. Pero además, con la idea de escritorios virtuales dinámicos el tener varias ventanas en un solo escritorio se convierte en una pendejada; GNOME Shell permite (y estaría incluso dispuesto a afirmar que promueve) el uso de aplicaciones maximizadas todo el tiempo. Ahora tengo una ventana por escritorio virtual, todas ellas maximizadas, lo cual hace que se utilice de forma mucho más inteligente la pantalla relativamente pequeña que tiene mi latop.

Si necesito usar el escritorio, en lugar de minimizar ahora sencillamente creo otro escritorio virtual, hago lo que tengo que hacer, y después lo destruyo. Las aplicaciones es sencillísimo moverlas entre escritorios, y en general casi puedo estar sin utilizar la terminal, que sigue siendo un objetivo mío desde hace años.

No sé cómo vayan a reaccionar los usuarios de GNOME ante un cambio tan radical como el que propone GNOME Shell. A mí me está gustando, pero suelo ser muy paciente con el desarrollo de GNOME. Independientemente de si les gusta o no el cambio que propone, todos los que lleguen a utilizar GNOME Shell deben reconocer que está realmente innovando a la hora de proponer cómo manejar el escritorio. Podemos meternos (y seguro nos meteremos) en discusiones larguísimas acerca si es o no una innovación inteligente; pero de que es original y novedosa eso no tiene la menor duda.

9

Fui el miércoles a ver 9. No lo había comentado porque… bueno, porque así es la vida.

Se aplican las de siempre.

9

9

Tenía muchas ganas de ver esta película; todo el concepto de muñequitos de trapo vagando por un mundo postapocalíptico me parece sumamente interesante, por alguna razón.

9 consigue que los muñequitos de trapo (stitchpunks) cobren vida; la idea en particular de los ojos funcionando como aperturas de diafragma se me hizo fabulosa. El mundo postapocalíptico donde los stitchpunks viven es también muy bien realizado; sucio, polvoriento, con cadáveres humanos por todos lados, y absolutamente muerto de cualquier forma de vida orgánica.

Toda la película es bellísima visualmente; más aún que Pixar, creo que esta película ha superado (por mucho) lo que la tecnología de animación por 3D es capaz de hacer. Las actuaciones que hacen creíbles a los stitchpunks también son muy buenas, con un elenco de primerísimo nivel, y una sincronización con los monitos básicamente perfecta. Y en general todo el diseño de las criaturas que habitan esta Tierra desolada y la “tecnología” que se muestra están muy bien hechas.

Todo eso, sin embargo, se va derechito a la basura porque la historia es una pendejada de proporciones monumentales. Comenzado con la idea de ludismo imbécil de que hay que temer a la tecnología, continuando con el hecho idiota de que los monitos son “partes” del alma del científico que los creó (lo cual hace ligeramente perturbador el romance que nace entre 9 y 7), y con el final básicamente sin sentido donde los stitchpunks que murieron durante la trama son “liberados” y se van a las nubes a hacer que llueva. Además de que, si al parecer es tan sencillo transmitir el alma (o porciones de la misma), ¿por qué no les crearon nuevos monitos para que sus almas residieran ahí?

Me hubiera gustado mucho amar esta película, pero de verdad la trama se cae completamente alrededor de las dos terceras partes, que dado que la historia es una “expansión” de un pequeño corto, a lo mejor se entiende. Visualmente es impresionante, y tal vez nada más por ello tal vez valga la pena verla en el cine. Pero a mí la verdad sí me decepcionó bastante.

Utilizando las mismas palabras con que la película comienza, los realizadores deberían decirse “we had such potential, such promise…”

Castle

Veo Castle porque es una serie sinceramente divertida, porque no se toma en serio ni siquiera cuando se toma en serio, porque tiene romance del tipo que me gusta (que me gusta casi cualquier tipo de romance), porque tiene misterios policiacos sin las faroleadas de CSI, porque Stana Katic está muy guapa, y porque Castle lo interpreta Nathan Fillion, que era el capitán Mal Reynolds en la fabulosa (y corta) serie de Ciencia Ficción Firefly.

El último episodio ocurre en Halloween, y adivinen de qué se disfraza Castle:

Mal Reynolds

Mal Reynolds

Como Castle lo describe, de “vaquero espacial”. Como su hija tiene a bien decirle, no hay vacas en el espacio, y además ya había usado ese disfraz “cinco años atrás”. Que ya es hora de que lo “supere”.

Me estaba meando de la risa. Y me dio nostalgia por Firefly.

PulseAudio

Hace ya cerca de dos años que vengo leyendo las múltiples mentadas de madre que recibe Lennart Poettering por el chiste de que se le ocurrió inventar PulseAudio (antes Polypaudio). Las opiniones parecen estar divididas en dos campos diametralmente opuestos: las distribuciones y gente con conocimientos técnicos suficientes que parecen tener un claro consenso de que PulseAudio es el camino que hay que seguir, especialmente si se desea que Linux tenga un sistema de audio moderno, profesional y fácil de usar; y los (al parecer) innumerables usuarios que le mientan la madre porque sus sistemas dejan de funcionar cuando antes lo hacían perfectamente.

La dicotomía al parecer radica en que PulseAudio es un rediseño radical de cómo se venía manejando el sonido en Linux, y además utiliza características de ALSA (el controlador de sonido de bajo nivel en Linux) que nadie había utilizado antes, lo que ha causado que encuentren bugs ahí que hasta ahora habían pasado desapercibidos. Lo que he leído acerca de PulseAudio suena maravilloso en papel; combinar dos tarjetas de sonido estéreo para simular sorround, direccionar el audio a cualquier otra computadora en la red, controlar el volumen de distintas aplicaciones individualmente, mover una aplicación de un dispositivo de audio a otro en vivo, sin que la aplicación ni siquiera lo note, etc., etc., etc. Pero también he leído los múltiples e indignados reclamos de aquellos usuarios que actualizaron sus máquinas sólo para descubrir que sus aplicaciones de audio que antes funcionaban ahora no lo hacen.

Gentoo tenía a PulseAudio en inestable desde hace años, y yo (por una vez en mi vida) decidí no tocarlo ni con un palo de tres metros; mis aplicaciones de sonido funcionaban, así que no quise meterme en broncas. Y aunque sentía empatía por los usuarios que han venido sufriendo durante todo este proceso de transición a PulseAudio, la verdad es que ya he estado ahí, y en general las molestias que puede causar la introducción de un nuevo componente en Linux suelen verse compensadas cuando dicho componente ha llegado a un nivel suficiente de madurez. Pasamos por eso con ALSA, de hecho, cuando abandonamos OSS, y con la transición de XFree86 a X.Org, y con el salto de GNOME 1 a GNOME 2, y con el cambio de Nautilus a modo espacial, etc., etc., etc.

Así que, como sabía que a la larga iba a ser benéfico, y además a mí no me afectaba (porque no traté de usar las versiones de prueba de PulseAudio en Gentoo), ignoré todo el maracatraca al respecto.

Hasta que en mi última actualización, que por fin se hizo GNOME 2.26 estable en Gentoo, PulseAudio vino incluido.

Para empezar, no tuve ningún problema. De hecho un montón de broncas se me compusieron; en mi laptop por fin recuperé los beeps, que no sé cómo había perdido (y además ahora están bien coquetos), y los sonidos de GNOME (los ruiditos que hace al abrir menúes y cerrar ventanas) por fin funcionan y (ventaja nada despreciable) no son insoportables.

Pero además, como me interesaba eso del sonido a través de la red, decidí ver si podía echarlo a andar rápidamente. No sólo pude echarlo a andar rápidamente; está poca madre. Mi Media Center tiene un sistema de sonido 5.1, y aunque Moovida (el software que utiliza el Media Center, antes llamado Elisa) está muy chido para ver videos, la verdad es que todavía apesta para oír música. Para oír música uso Rhythmbox hace años, y me gusta bastante; pero es inútil sin teclado y ratón (que mi Media Center, obviamente, no tiene).

Así que sencillamente le dije a mi máquina de escritorio que utilizara el demonio de PulseAudio de mi Media Center para mandar ahí el sonido, y ahora escucho mi música en el sistema 5.1 de mi Media Center en la sala, pero controlando todo con Rhythmbox desde mi estudio. Y todo con básicamente un click:

Sonido remoto

Sonido remoto

(Eso no es completamente cierto; tuve que editar un archivo de configuración de PulseAudio en mi Media Center, y copiar un archivito de ahí a mi escritorio; pero eso fue todo).

No dudo que el periodo de transición haya sido doloroso; y lo lamento por los usuarios que hayan pasado por problemas. Pero eso fue culpa de las distribuciones que pusieron PulseAudio para todo mundo cuando no estaba listo; Gentoo por una vez en la vida se la jugó a lo seguro, y creo que valió la pena. Estoy bastante impresionado de lo bien que funciona PulseAudio, y toda la filosofía que trae detrás.

En este momento, todas las cosas importantes multimedia en Linux soportan PulseAudio; MPlayer, VLC, GStreamer, etc. Es ciertamente el futuro; todas las distribuciones lo están usando, y la verdad creo que vale la pena. Ni siquiera sé si MacOS X o Windows puedan hacer algunas de las cosas que PulseAudio puede.

Ahora, si sólo dejara de perder tiempo con mi computadora y terminara mi segundo examen general del doctorado…

Mira mamá, sin el teclado

Supongo que las cosas han evolucionado mucho en Linux/GNOME.

Una semana peleándome con iwconfig, ndiswrapper, el kernel, los scripts de inicialización de la red, y cuanta madre se me ocurrió para hacer que jalara (después de que inexplicablemente dejara de funcionar) la tarjeta de red inalámbrica de mi máquina de escritorio, y cuando a los seis días me di por vencido y en un arranque de locura instalé NetworkManager (para ver si los logs que arroja me daban una idea de qué ocurría), resultó que nada más corrí el pequeño programita de GNOME, y todo funcionó automágicamente.

Pain-Free Networking indeed.

Además, si fuera algo que en general no sé hacer (como configurar una impresora; ¿quién anda matando arbolitos estos días?) tal vez lo entendería; pero vengo configurando las redes de mis computadoras a mano desde hace años. Y es la primera vez en este tipo de cosas que un programita que utiliza el teclado y el ratón pudieron hacer algo que yo no pude modificando archivos de configuración.

Si siguen así las cosas, uno de estos días dejaré de compilar mi propio kernel.

Mi rector

Desde que soy parte de la Universidad Nacional Autónoma de México (o sea, la mitad de toda mi vida), nunca he sentido particular aprecio por los rectores que me tocaron. Sarukhán era un cerdo, y de Barnés (dados mis antecedentes, incluidos los penales) no tengo una sola cosa buena que decir.

De la Fuente merece mi respeto; a pesar de que él era el rector cuando caí en la cárcel, después jugó un papel muy importante en generar el consenso que en su mayoría se generó en la comunidad universitaria, de que necesitábamos fortalecer la unidad de la misma ante el embate (que no se tardó en dar) que los idiotas gobiernos panistas harían contra la Universidad. Pero ha pesar de que respeto ese papel, no tengo el menor aprecio por él en lo personal.

Ninguno de ellos se ganó nunca que yo los reconociera como “mis” rectores, y José Narro iba por la misma. Narro es similar a De la Fuente; ha continuado la línea de consolidar la unidad dentro de la comunidad universitaria y de defender a la Universidad de estos imbéciles: y para ser precisos lo ha hecho con mucho más vigor que De la Fuente, en gran medida porque el embate por parte del “gobierno” ilegítimo de Calderón ha sido todavía peor que con Fox.

Pero después de leer el discurso de aceptación del premio Príncipe de Asturias que Narro hizo en España, por esta ocasión se ganó que yo me refiera a él, con cierto cariño incluso, como mi rector. Algunas partes:

[Refiriéndose al premio] La distinción es de todos ellos y de las generaciones que hicieron la historia, incluidos aquellos extraordinarios hombres y mujeres del exilio español que nos enriquecieron hace 70 años.

Ir a España a recibir un premio, y mencionar a los republicanos exiliados por Franco. Bravo.

No hay campo de la vida en el que no influya el saber; por esto preocupa tanto el desinterés de algunos en la materia, como que en muchos sitios no sea una prioridad o que se le escamoteen los recursos para su generación y transmisión.

Pedrada a estos retrasados mentales que siguen cortando los recursos no sólo a la UNAM, sino en general a la educación y a la investigación.

Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila o a la medianía en el desarrollo.

Que es lo que vengo diciendo desde hace años.

La educación es vía de superación humana, de la individual y de la colectiva. Concebirla como un derecho fundamental es uno de los mayores avances éticos de la historia.

La educación no es un producto, por más que haya imbéciles que así quisieran verla. Es un derecho; por eso no permitimos que hubiera cuotas en la UNAM, y por eso es que todos los candidatos a rector en la última sucesión se comprometieron a no subir las cuotas (simbólicas) en la UNAM.

A algunos les puede parecer que hablar de valores o de humanismo es asunto del pasado, del Renacimiento o del siglo XIX. Se equivocan. También lo es de ahora y del futuro. Frente al éxito quimérico, el egoísmo, la corrupción o la indiferencia, el mejor antídoto son los valores laicos de ayer y siempre.

Frente al éxito quimérico, el egoísmo, la corrupción o la indiferencia, el mejor antídoto son los valores laicos de ayer y siempre.

Los valores laicos de ayer y de siempre.

Nada más por eso (y el resto de su discurso), hoy digo por primera vez en mi vida: ese es mi rector hablando.

Sector 9

Ayer fui a ver District 9, depués de haber oído en muchos lados que era “la mejor película de Ciencia Ficción” de este año. No necesariamente concuerdo, después de haberla visto, pero ciertamente me gustó mucho.

Se aplican las de siempre.

District 9

District 9

Hace más de veinte años, una nave gigantesca llegó a la Tierra y se dirigió directamente a Johannesburgo, Sudáfrica. Y después ya nunca más volvió a hacer nada, aunque varios científicos dicen que el módulo de control de la nave se desprendió de la misma, y se perdió entre el montón de cosas que constantemente caían de ella. Se quedó ahí, flotando alegremente sobre Johannesburgo.

Después de que durante días no hubo señales de ningún tipo desde la nave, los humanos decidieron abrirla y ver qué encontraban dentro. Después de hacerle un gújero y entrar, descubrieron a cerca de un millón de alienígenas con un cierto parecido a langostinos, en pésimo estado de salud y muy desnutridos. Los alienígenas no parecen ser particularmente inteligentes; uno de los científicos propone la teoría de que probablemente la especie completa tenga un sistema de castas (como las hormigas o las abejas), y que los alienígenas en la nave son los equivalentes a los obreros; acatan órdenes, pero no tienen mucha iniciativa propia.

Como sea, con un millón de alienígenas en sus manos, los humanos los hacinan en el espacio justo debajo de la nave, el famoso Sector 9, que al poco tiempo termina convirtiéndose en una copia de todos los campos de refugiados en el mundo, donde reina el crimen (cometido por alienígenas y humanos), la pobreza y la suciedad. La tecnología alienígena, además, es bastante inútil para los humanos, ya que al parecer está trabada para sólo funcionar cuando es operada por un extraterrestre; en particular, las armas (que sí hay, y muchas) no pueden ser utilizadas por humanos.

La película, relatada en gran parte como si fuera un documental, narra la historia de Wikus van de Merwe, un burócrata en general bien intencionado, aunque tirando a mediocre y lleno de prejuicios ignorantes contra los “langostinos” (como les dicen peyorativamente a los alienígenas), que se ve a cargo de la tarea de darles notas de desalojo a los alienígenas porque el MNU (la corporación privada que maneja la seguridad y la investigación científica en todo lo relacionado con los extraterrestres y su nave) los quiere mover a varios kilómetros de la ciudad, porque sus habitantes ya están hasta el huevo de los alienígenas y las broncas relacionadas con ellos. A Wikus le es asignada la tarea no por sus habilidades, sino porque es yerno de uno de los altos directivos de el MNU.

Haciendo su trabajo de la mejor forma que puede (si bien no siendo particularmente hábil), Wikus de repente se encuentra con un cilindro donde el único alienígena que la película muestra con iniciativa y algo de inteligencia, “Christopher”, ha venido recolectando “líquido” alienígena durante 20 años (al parecer es el combustible que la tecnología extraterrestre utiliza; la película no es clara al respecto), y Wikus es rociado por andar jugueteando con él.

Esto causa que Wikus poco a poco se vaya transformando en extraterrestre, y por lo tanto se vuelve el único ser humano capaz de operar las armas extraterrestres. Eso lo vuelve un fugitivo de la MNU, y Wikus se refugia en el único lugar posible: en el Sector 9. Ahí vuelve a encontrar a “Christopher”, que le propone un trato: si lo ayuda a recuperar el cilindro con el “líquido”, entonces él lo ayudará a transformarse en humano de nuevo.

La película tiene unos hoyos enormes en la historia; más grandes que la navesota flotando encima de Johannesburgo. También presenta demasiados personajes unidimensionales; los malos son malos en serio, sin ninguna cualidad que los redima; y todos los alienígenas (exceptuando a “Christopher” y su hijo) son violentos, idiotas, y adictos a la comida para gatos. De verdad.

Pero todo eso es perdonable porque a pesar de ello la película es fabulosa; bien contada, bien dirigida, y muy bien actuada: Sharlto Copley como Wikus es excelente, mostrando al inicio el racismo y prejuicio típicos de la gente ignorante de clase media (o sea, no consecuencia del odio, sino únicamente de la ignorancia), y después evolucionando en alguien capaz de sentir empatía por los alienígenas cuando él se ve recibiendo el mismo tipo de persecución y desprecio.

Además la película es al fin y al cabo un comentario acerca del trato que reciben todos los refugiados humanos en todo el mundo, los problemas de xenofobia y racismo, y el papel que juegan las grandes corporaciones cuando se encargan de situaciones del tipo que nunca deberían dejarse a cargo de grandes corporaciones.

Y, encima de todo, los efectos son fabulosos (los alienígenas nunca parecen hechos por computadora), y las escenas de acción cerca del final son muy emocionantes y muy bien hechas. Además de que hay una escena donde “Christopher” corre utilizando un panel de metal para protegerse de las balas, y yo sólo pude pensar en el Pípila.

Sólo como punta encima del pastel, la película es divertidísima en muchas partes, con un humor negro muy bien utilizado, y muchas escenas muy cagadas donde humanos y alienígenas son (literalmente) hechos mierda de forma tan ostentosa y exagerada, que yo sólo pude pensar (mientras me moría de la risa) que eran pequeños tributos a las películas iniciales de Peter Jackson (que produce esta película), como Bad Taste.

Aún faltan dos meses para que acabe el año, así que yo sí esperaré para decir si District 9 es la mejor película de Ciencia Ficción de este año; lo que sí es que es muy buena, está muy bien hecha, y además es muy divertida. Creo que mucha gente ha exagerado lo buena que es; tiene varios problemas, y algunos de ellos graves. Pero de cualquier forma vale muchísimo la pena que la van a ver al cine.

Archie redimido

And now that’s what I’m talkin’ abont.

Archie marries Betty

Archie marries Betty

Por supuesto, todo fue una farsa; los números 600 al 602 Archie relataron una secuencia en sueño de qué ocurriría si se casara con Verónica, y los número 603 al 606 harán lo propio con Betty. Después, igual que en las últimas siete décadas, todo seguirá igual para Archie y sus amigos.

La farsa fue exitosa; los cómics de Archie vendieron casi veinte veces más de lo que normalmente vendían, y le dio una renovada y muy necesitada exposición al personaje que viene siendo adolescente desde la Segunda Guerra Mundial.

Y además mostró algo interesante; según alguien que trabaja para Archie Comics, aparentemente casi todo mundo estaba igual de ofendido que yo respecto a que Archie se casara con Verónica. 80/20 al parecer preferían a Betty sobre Verónica, con Torombolo en un lejano tercer lugar.

Yo lo que digo es que si de secuencias en sueño hablamos, mejor deberían hacer una historia donde Archie se case con ambas.

Y ahora esperaré a que me lleguen los insultos diciendo que soy un cerdo machista.

Por receta del doctor

Ayer y hoy fue la campaña de donación de sangre en mi Facultad de Ciencias. Siempre que he podido yo dono sangre, aunque según yo antes lo había hecho en campañas del IMSS, no de la Cruz Roja. Como sea, fui ayer a intentar donar, pero resultó que llegué muy tarde y entonces fui hoy de nuevo.

Como ya he comentado otras veces en mi blog, soy candidato ideal para donar sangre. Soy joven, muy sano, relativamente fuerte, sin problemas de peso ni para arriba ni para abajo, y jamás he tenido ninguna enfermedad (como hepatitis) que cause que mi sangre sea veneno para los demás. Encima de todo eso, mi tipo de sangre (O negativo) hacen de mi donador universal: en principio mi sangre puede ser usada por casi cualquiera que la necesite.

Por esas y otras razones siempre ando donando sangre. Ahorita ya llevaba un rato (más de un año) sin donar, pero me sé la rutina. Mientras esperaba que me pasaran a pinchar y comenzar a drenarme, me dio risa que dos o tres chavitas de la Facultad (bastante chulas además) pasaran a preguntar si podían donar, y que las rechazaran porque pesaban menos de cincuenta kilos… con ropa.

En general que me saquen el casi medio litro de sangre no me causa nada; pero dada mi situación actual no me sorprende que esta vez sí me haya afectado. De plano me sentí mareado, y el resto del día no pude hacer nada que requiriera esfuerzo físico (incluyendo ir a la marcha de apoyo al SME; pero por lo que oí mi presencia no era necesaria: fue todo mundo).

Todavía me siento debilitado; y eso que me tomé mi coca que me recetó la enfermera. Primera vez que tomo coca cola por recomendación médica.

Bastardos sin Gloria

Ayer miércoles 2 × indio fui a ver Inglourious Basterds, porque es de Quentin Tarantino y porque sale Brad Pitt. No salí decepcionado en lo más mínimo.

Se aplican las de siempre. Y esta vez va en serio; si no la han visto no sigan leyendo.

Inglourious Basterds

Inglourious Basterds

Me parece que Quentin Tarantino se superó a sí mismo en todos los sentidos que importan. Esta película debe ser la más divertida que he visto en mucho tiempo, y de las mejores también.

Por supuesto para poder apreciarla deben entender que es un cuento de hadas; en general a la película le valen madres nimiedades como la verdad histórica o la moral de cualquier tipo. La historia es sencillísima; un escuadrón de ocho gringos judíos que se ofrecen voluntarios para vengarse de los nazis… básicamente actuando como nazis.

Brad Pitt tiene un papel fabuloso como el teniente Aldo Raine; pero la película se la roba por completo Christoph Waltz como el sedoso, educado, culto, despiadado y cínico coronel Hans Landa.

La película es increíblemente buena en todos los sentidos; bien escrita, bien dirigida, bien contada, bien actuada, bien hecha y muy divertida en casi todas sus partes. Lo único que me causaba algo de angustia al verla era que evidentemente todo tenía que irse al carajo cerca del final, porque la misión final de los bastardos es tratar de matar a Hitler y su estado mayor durante el estreno de una película de Goebbels, y como todo mundo sabe, Hitler se suicidó hasta que los soviéticos estuvieron a punto de llegar a su búnker.

Tarantino en algún momento dijo que tenía broncas para escribir el final, y viendo la película lo comprendí completamente. ¿Cómo poder llevar la historia a buen término si eventualmente los bastardos deben ser derrotados y Hitler salir ileso del atentado?

La respuesta fue muy sencilla para Tarantino; se pasa por los huevos el curso de la historia, y en su película Hitler, Goebbels y todo su estado mayor es asesinado en un incendio/atentado, además de acribillado a balazos de manera muy divertida.

Por eso digo que es un cuento de hadas la película; tiene muy poco que ver con la historia real de la Segunda Guerra Mundial, pero realmente es intrascendente para el objetivo que quería conseguir el director: crear una película de vaqueros usando como escenario la Segunda Guerra Mundial.

Es una película fabulosa, así que vayan y véanla. Varias veces. En el cine.

Altamente recomendable.

Indentidad Sustituta

Ayer fui al cine a ver Surrogates, básicamente porque sale Bruce Willis y es de Ciencia Ficción.

Si resumiera esa decisión en una palabra ésta sería ups. Se aplican las de siempre.

Surrogates

Surrogates

Surrogates es una mala película. No es terriblemente mala, pero sí como que apesta.

Tiene una premisa interesante (la humanidad casi en su totalidad utiliza robots que controlan remotamente con la mente), que no es explorada realmente (¿de verdad el mundo sería básicamente idéntico al actual?), y buenos efectos especiales. Además, sale Radha Mitchell, que a mí me gusta mucho.

Pero quitando eso, es bastante idiota. La trama tiene un montón de agujeros, casi todos los personajes son inverosímiles, y realmente no presenta nada que nos haga reflexionar acerca de la tecnología o las consecuencias que su uso tiene en la humanidad. De hecho, la película no creo que haga reflexionar a nadie acerca de nada.

A pesar de todo ello está divertida, y las escenas donde los robotos dan brincos de cuarenta metros están divertidas. Pero pueden esperar fácilmente a que salga en Blu-ray.

Timbiriche suele causar esa reacción

En la autopista manejando de Oaxaca a mi Ciudad:

Yo (cantando a todo pulmón junto con el estéreo a todo volumen): Me estoy volviendo loca, loca por ti./Si no me vas a querer, ya no me hagas sufrir.
Marco (agarrándose del cinturón de seguridad como si su vida dependiera de ello): ¡Sáquenme de aquí!

Incompetencia o irresponsabilidad

Con lo que pasó ayer en la madrugada con Luz y Fuerza del Centro, a la hora de los cobardes como fue la entrada de la PFP a Ciudad Universitaria hace casi diez años, no me queda claro si es una muestra más de la increíble incompetencia y estupidez del “gobierno” federal; o si es una provocación premeditada para poder justificar una represión generalizada contra todos los movimientos sociales que se han venido formando justamente a raíz de esa incompetencia y estupidez.

Tristemente, existe la posibilidad de que sean ambas.

Espero que la violencia pueda ser evitada. Lamentablemente cada vez se ve más difícil que eso sea posible.

Diabólica Tentación

El sábado antes de venir a Oaxaca fui al cine a ver Jennifer’s Body. No escribí al respecto por el súbito coma de Xochitl, y porque he estado ocupado. Sin embargo ahora corrijo ese error.

Se aplican las de siempre.

Jennifer's Body

Jennifer’s Body

Debo ser sincero y admitir que, en gran medida, fui a ver esta película por Megan Fox. Sin embargo, en el espíritu de redimirme a mí mismo, debo hacer notar que Amanda Seyfried fue una razón también muy importante: como ya lo he dicho, cuando sonríe y pela sus ojotes azules uno sabe que el mundo está bien y que hay razones para seguir viviendo.

También estaba el hecho de que la escritora es Diablo Cody, la misma de Juno, y que la película fue dirigida por una mujer. Dado el tema de la película, se me hizo una combinación interesante.

La trama es bastante sencilla; Jennifer (Fox) y Needy (Seyfried) son amigas desde que estaban en la guardería, la primera siendo un forrazo apabullador, y la segunda siendo una nerdcita (aunque a mí me parece bellísima). Un día van a un concierto, y los miembros de la banda raptan a Jennifer y la sacrifican queriendo hacer un pacto con el diablo para hacerse ricos y famosos. Sólo que los güeyes creían que era virgen (y como la misma Jennifer hace notar, no lo es “ni de atrás”), y el resultado es que la muchacha es poseída por un demonio y se dedica a comer chavos para sustentarse. Comer comer, con dientes y la madre.

Yo pensé que la película sería un vehículo para mostrar a la despampanante Megan Fox en su versión más sexy; y de hecho así es. Lo sorprendente es que no es únicamente eso; es tal vez la película más divertida que he visto en todo el año, y me atrevería a sugerir que de las mejores también.

La película es divertida, inteligente, cínica, sexy, descarada y muy bien actuada. Como todo mundo sabe, Megan Fox es incapaz de actuar; pero su personaje es básicamente una versión caricaturizada de sí misma (como ella ha dicho en diversas entrevistas), así que no ha mucho donde pueda cagarla. Y su celestial (o infernal) belleza compensan por todo lo demás.

Amanda Seyfried se la come viva; en mi opinión, aunque ni de lejos tan apabullante como la Megan Fox, la Seyfried se roba toda la película. Johnny Simmons rompe el estereotipo de todas las películas de adolescentes gringas y no es un freak, ni un geek, ni un “chavo popular”. Es, sencillamente, normal; y su papel es tan encantador que es difícil no encariñarse con él. Y de pilón sale J. K. Simmons, que comienza a ser regla mía que si sale él, la película se me hará fabulosa.

Pero la película es de las dos chavas realmente; todos los otros personajes (con la posible excepción del novio de Needy) son comparsas si los comparamos con la relación entre las dos muchachas. Y (¡gracias, gracias, gracias!) hay una escena con un faje lésbico entre las dos que vale como por 186% de la película.

Debo repetirlo: la escritora y directora de esta película son mujeres (y excelentes en sus trabajos, me parece). Los dos principales personajes (y para motivos prácticos los únicos) son mujeres. Y lo más importante de la película no es el “terror” ni los chistes; es la relación entre las mujeres. No voy a decir que es una película feminista; pero ciertamente dista mucho de ser sexista. Es una película sorprendentemente inteligente, y ciertamente divertida y bien hecha.

Véanla. Varias veces. Altamente recomendable.

Oaxaca, de nuevo

Total que estoy en Oaxaca de nuevo. Lo hubiera comentado antes, pero Xochitl tuvo a bien morirse el fin de semana.

Me traje mi carro, y de nuevo hice menos de cuatro horas… incluyendo los veinte minutos que me detuvo la Policía Federal de Caminos por “rebasar ilegalmente”. Les iba a decir que era culpa de ellos porque la autopista ahí sólo tiene dos carriles, pero me contuve.

Voy a estar aquí hasta el sábado, cuando regrese a la Majestuosa. Espero que no ve agarren de nuevo.