Como debía de ser

Yo fui el primer alumno de mi generación en la carrera (si no me equivoco) que instaló exitosamente Linux en su casa. A partir de entonces he instalado Linux en más máquinas de las que me gustaría admitir, y en varias de esas máquinas lo instalé más de una vez. El avance que han tenido los instaladores de Linux ha sido enorme; en general ahora sólo hay que contestar un par de preguntas y uno se olvida de todo lo demás… si no son dementes como yo y se evitan la molestia de instalar Gentoo.

Después de instalar estaba el ligeramente engorroso proceso de configurar la máquina. En general eso era sencillo; las broncas principales eran el sonido y el video. El sonido durante mucho tiempo fue un desmadre, hasta que ISA tuvo a bien hacernos el favor de desaparecer y todas las tarjetas de sonido pasaron a ser PCI. A partir de entonces configurar el sonido se volvió trivial; el paso a tarjetas integradas y a ALSA facilitó todavía más el proceso.

El video en cambio fue otra bestia, y el problema en particular radicaba en que XFree86 (que era la implementación de X11 que Linux usaba) era un programa monolítico, enorme, y con graves problemas en sus políticas de desarrollo. Por no decir que el código tenía (cuando yo empecé a usarlo) cerca de quince años de edad.

Configurar X entonces era una tarea realmente engorrosa. A mí no me pasó directamente, pero sí oí de gente que quemó uno o dos monitores tratando de configurar esa bestia. Incluso con los (entonces) revolucionariamente modernos controladores binarios de NVidia la tarea era bastante engorrosa.

Y entonces ocurrió que dejé de instalar Linux y (por ende) de configurarlo. Eso fue en primer lugar porque instalar y configurar Linux se hizo suficientemente sencillo como para que los demás me dejaran de pedir ayuda, y en segundo lugar porque comencé a usar Gentoo casi exclusivamente, y entonces uno nada más instala y configura una vez, y se olvida del asunto.

Pero hace unas semanas estrené laptop, y por supuesto le puse Gentoo. Cuando llegó el momento de configurar X, hice lo más sencillo que podía hacer y copié mi viejo /etc/X11/xorg.conf de mi antigua laptop y lo puse en la nueva; las dos usan tarjeta de video Intel, y entonces no me quise complicar la existencia.

El problema fue que Compiz sencillamente era inusable. Me tocó cambiar de laptop justo en un momento de transición en X.org (el proyecto que reemplazó a Xfree86 y que es muchísimo más dinámico, modular y chido) en el que la combinación de servidor X, controladores de Intel y mesa hacían que no se pudiera usar Compiz. Investigando descubrí que tenía que utilizar versiones más modernas (que la verdad no quería; sigo usando Gentoo, pero he decidido quedarme en la versión estable del sistema, porque no tengo tanto tiempo como antes para andar perdiendo viendo cómo hacer que mi tarjeta inalámbrica funcione), y lo hice. Funciona de maravilla; creo que Compiz corre mejor en mi laptop con una tarjeta de video Intel que en mi máquina de escritorio con una NVidia GeForce 8800 GT.

Pero lo más interesante fue ver que mucha gente mencionaba la falta de /etc/X11/xorg.conf, y les respondían que sí, que ahora X no necesita archivo de configuración. Sin poder creerlo realmente decidí intentarlo, y borré (mejor dicho, moví) mi archivo de configuración de X, y para mi absoluta sorpresa descubrí que todo funcionaba de maravilla.

La verdad ni podía creerlo; mi xorg.conf estaba cuidadosamente diseñado, usando años de experiencia configurando máquinas, y ahora resulta que no es necesario.

En el Instituto de Matemáticas Jorge me pidió que instalara Linux a dos computadoras del laboratorio, y nada más para comprobar si sí era verdad el asunto, decidí dejarles casi vacío el xorg.conf (ahorita explico por qué no lo quité completamente). De nuevo para mi absoluta sorpresa vi que también funcionaba. El xorg.conf de esas máquinas quedó así:

Section "Device"
	Identifier		"nVidia Corporation Quadro FX 560"
	Driver			"nvidia"
EndSection

Así es también (con un identificador distinto) la configuración en mi casa. No quité el archivo de configuración porque las máquinas tienen tarjetas de video NVidia, y quería usar los controladores binarios. Si no especifico que quiero usar ese controlador, X.org automáticamente le asigna el controlador open source nv, que no tiene nada de malo, excepto que no cuenta con aceleración 3D. Pero la asombrosa asombrosidad del asunto no se disminuye en nada; ahora en el peor de los casos necesito cuatro líneas (y realmente útiles son sólo dos) para configurar X. Todo lo demás lo hace el programa solito.

Que, por supuesto, es como debía de ser.

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