With a little help from my friends

Estaba en mi carro sobre el Eje Central buscando un carpintero para un proyecto que traigo en la cabeza, y entonces me salí del Eje para estacionarme.

Lo que no vi fue una tremenda zanja que bordeaba la banqueta donde quería estacionarme, y las dos llantas delanteras de mi carro fueron a caer ahí, con un ominoso thud. El carro quedó medio colgando; las llantas seguían soportando el mayor peso del mismo, pero el chasis raspaba el borde de la zanja y entonces las llantas patinaban al tratar de moverlo.

Al poco rato un señor de unas talachas que estaba a unos metros se acercó a ayudarme; primero tratamos de ponerle maderos debajo de las llantas; después tabiques. Después levantamos mi carro con un gato hidráulico y luego tratamos de poner los maderos debajo de la llanta delantera hundida para que pudiera salir.

No funcionó. Mientras tanto algunas personas se habían ido acercando a ver mi desgracia.

Total que cuando hubo suficientes mirones, uno de ellos dijo que sencillamente levantáramos el carro, y lo sacáramos de la zanja. Y entre cinco o seis individuos y el gato hidráulico levantamos mi carro y lo sacamos de la zanja; el daño no pasó de que gasté un poco mis llantas al estar tratando de sacarlo con la tracción.

La banda que me ayudó lo hizo de manera completamente espontánea y altruista; nadie me pidió absolutamente nada a cambio. Sí le di una lana al talachero, porque fue el primero en ayudarme y el que más rato se estuvo ahí pensando conmigo cómo carajo sacábamos mi carro de la zanja; pero estoy seguro de que si no le hubiera dado nada no se habría molestado.

Que, repito, es de las razones por las cuales me encanta vivir en esta Ciudad.

Un comentario sobre “With a little help from my friends

  1. Hola Canek, hace tiempo que no paseaba por aquí, y justo estaba buscando alguna de las entradas que has escrito sobre por qué te gusta tanto la ciudad de México.

    Acabo de regresar de una corta estancia por aquel lugar y dado que es una de mis ciudades favoritas decidí comentar algo al respecto: la mayoría de veces que he ido ha sido en plan turista, lo que me salva en cierta forma de andar a prisa para llegar a cualquier lugar, quizá eso tenga mucho que ver con que para mí hasta el transporte en metro sea turísticamente atractivo, pero el caso es que me gusta ir porque es una ciudad llena de vida donde es palpable el esuferzo de las personas por salir adelante, donde la gente trabaja mucho y en general, todos son muy amables.

    Hablando desde mi experiencia, nunca me ha pasado algo desagradable, las personas son muy corteses y aunque se dan cuenta que no soy de ahí, ya que me la paso preguntando cómo llegar a ciertos lugares(y en este viaje me hicieron notar además de todo mi acento), tienen la gentileza de indicarme el camino correcto.

    Por alguna razón que aún no termino de entender, de este lado del país (en particular, Guadalajara, donde yo vivo) existe una percepción bastante negativa hacia los defeños, lo que no es mi caso, porque yo tengo muy buenos amigos allá y son encantadores. Vamos, no digo que sean todos, pero los que yo conozco son muy buena gente.

    En general la ciudad de México me resulta hiperestimulante, llena de cosas interesantes para ver y además me la paso comiendo cosas ricas… Por cosas como esta es que a mí también me encanta el DF y por eso es una de mis opciones más fuertes para estudiar una maestría.

    Pues eso.

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