Satanic Linux

Baboseando por la red me encontré con la Ubuntu Satanic Edition. La idea me parece bastante divertida (y creo que ya había oído hablar de ella); lo que realmente me gustó es el wallpaper, que es una foto de Klemens, usando de modelo a una chava que aparece acreditada como Riven.

Se me hace una foto muy chingona y, en cierto sentido, muy hermosa.

Sólo que yo uso Gentoo; así que (con mis limitadas habilidades artísticas) me fusilé la misma idea, sólo que usando “Gentoo Satanic Edition” en lugar del correspondiente Ubuntu.

Ahí queda para el que también le guste la foto:

Gentoo Satanic Edition

Gentoo Satanic Edition

Rigoletto

Me llamó el fin de semana mi mamá para decirme que la compañía rusa Galina Vishnevskaya Moscow Opera Center iba a presentar, por dos únicos días, la ópera Rigoletto de Giussepe Verdi en el Teatro de la Ciudad; que me invitaba. Y como yo sigo con mi política de que dadas, hasta las puñaladas, me apunté.

Oh. Dios. Mío.

Esos pinches rusos son muy chingones para la ópera; estuvo fabulosa.

Oleg Dolgov y Boris Statsenko son maravillosos como el Duque de Mantua y Rigoletto, respectivamente; pero Svetlana Mareeva es fenomenal como Gilda. Además es bellísima la rusita, con una sonrisa encantadora y una voz que, literalmente, corta la respiración.

Cuando acabó la ópera y salieron los artistas a que el público les aplaudiera, la banda le aplaudió durísimo a la chavita (porque además está muy joven), y con justa razón: de verdad se roba toda la obra.

Mención especial merece Kristina Fush, que interpreta a Maddalena: aunque sólo aparece en el tercer acto, su actuación y su voz son impresionantes también.

Y otra cosa súper chida es que yo nunca había oído en vivo el aria La donna è mobile, y sí es la neta.

También sirvió para que estrenara el traje hecho a la medida que mi hermano me regaló por mi titulación de la maestría; que ya me estaba dando pena tenerlo ahí guardado desde hacía meses.

Fue una cosa maravillosa; les diría que fueran a verla, pero sólo estarán otro día más (mañana 9 de octubre), y además los pinches boletos están carísimos.

Pero me cae que vale la pena; la valdría únicamente por ver y oír a la Svetlana. Todo el paquete completo es, de verdad, un agasajo de lujo.

Till the sky falls down

It’s been so long since i have touched you
I can’t remember how it feels
To have you loving arms around me
This is the pain i’ve never healed

All my live i have been searching
For someone honest just like you
You left me here without a reason
Every tear belongs to you

I’ll be waiting till the sky falls down
Till you come around, baby
I’ll be waiting till the sky falls down
Let the rain clouds come

I’ll be waiting till the sky falls down
Till you come around, baby

Knight Rider

Y me enteré de que revivieron Knight Rider (“El Auto Increíble”, para los que como yo veían la serie original en los ochentas en Televisa), y decidí ver la nueva serie para ver cómo estaba.

Podría tratar de justificar el improbable placer que me da ver el programa con inverosímiles parábolas de la serie de acción del siglo XXI, o falsas alegorías de la importancia de mostrar tecnología imposible, pero sin duda deseable, en la mitología moderna que se transmite día a día a través de la televisión.

En lugar de hacer eso, seré sincero: es un coche que habla. Y además, esta nueva versión es transformer. Así que si eso los emociona (como a mí), vayan y véanla.

Dios, me siento de diez años cuando la veo.

Metrópoli

Cuando estaba en California, utilizaba Google Maps para todo, porque casi todo estaba ahí. Si quería ver dónde había una tienda, un cine, un negocio, o cualquier cosa de ese estilo, sólo buscaba en Google Maps usando el nombre de lo que buscara, y Northridge o Los Ángeles.

Me daba envidia, porque en la Ciudad de México Google Maps era (en ese entonces) más bien inútil para nada serio, porque aunque funcionara la vista satelital, no tenía ligada ningún otro tipo de información.

Poco más de un año después, un montón de cosas en la Ciudad de México se pueden encontrar utilizando Google Maps: restaurantes, cines, negocios. También están estaciones del metro, verificentros, y servicios de ese tipo.

Todavía no están las cosas como el obtener las instrucciones de cómo ir de un punto a otro de la Ciudad, y (¡maldita sea!) tampoco tenemos Street View. (Pero dicen que ya vieron al carrito de Google aquí en la Ciudad, así que igual y no falta mucho para que la incluyan.)

De cualquier forma es utilísimo. La Guía Roja queda casi completamente obsoleta en comparación.

El servicio más inútil de la historia

Con la beca del doctorado me enteré que ahora es el becario el que debe ir al banco (Bancomer; ni siquiera dan opciones) y abrir una cuenta para que Conacyt deposite ahí la lana cada mes. Así que fui hace unas semanas y pedí mi cuenta y me la dieron.

Cuando la estaba tramitando, el ejecutivo que me tocó me preguntó si quería que me llegaran mensajitos al celular cuando hubiera movimientos en mi cuenta; i.e., que si me depositaban o retiraban dinero de la misma, que entonces me llegara un mensaje de texto a mi celular. Pregunté que cuánto costaba eso, y me dijeron que era gratis. Y yo dije “dadas, hasta las puñaladas”.

La cosa sonaba útil; así sabría en cuanto Conacyt me depositara, y yo podría continuar gastando dinero alegremente… o eso creí.

Resulta que por alguna razón, no me llegan mensajes cuando Conacyt me deposita. Pero cuando hay retiros (que yo soy el único que retira), sí me llegan mensajes.

Entonces cuando Conacyt me deposita yo no me entero. Y cuando estoy yo en caja o en el cajero automático retirando dinero, a los pocos segundos me llega un mensajito que me avisa de lo que justo acabo de hacer.

Es la cosa más inútil que jamás he tenido; tengo un servicio que me dice lo que hago. Inmediatamente después de que lo hago.