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Arráncame la Vida

Siendo, como soy, hombre (y por lo tanto estúpido), fui a ver hasta ayer Arráncame la Vida [1]. No fui a verla como creí que iría a verla; pero bueno, no todo se tiene en esta vida.

Les diría que se aplican las advertencias de spoilers de siempre, pero me imagino que todo mundo (y sus hermanos) ya fueron a verla.

Arráncame la Vida [2]

Arráncame la Vida

La película se basa en la única buena novela de Ángeles Mastretta; todas las otras novelas que ha escrito son, básicamente, basura… y también sus libros de cuentos, por cierto. Pero Arráncame la Vida es muy buena, con varios de los mejores diálogos que he leído en novelas mexicanas.

La historia básicamente es la del libro; así que no la voy a platicar aquí. Y si alguien ha visto la película, pero no leído la novela, tiene que leerla. Si no lo hace, al menos a mí no me interesa su opinión acerca de la película.

La película tiene tres características positivas (extremadamente positivas): es, probablemente, la película mexicana mejor hecha que he visto (todavía más considerando que es de época); Ana Claudia Talancón es, probablemente, la mejor actriz mexicana que más sabrosa esté (todavía más considerando que sale desnuda o semidesnuda la mitad del tiempo); y Daniel Giménez Cacho da, probablemente, la mejor actuación mexicana en el cine moderno de este país (todavía más considerando que no es el tipo de papeles que suele hacer).

Eso es lo mejor; y es ganancia adicional que lo peor realmente ni siquiera llega a “poco bueno”: en general todo lo relacionado con esta película está por encima (muy por encima) del promedio que produce la industria cinematográfica mexicana moderna.

Dicho eso, la historia es una pendejada. Era una pendejada en la novela, y sigue siéndolo en la película: la novela lo compensa con una narración y unos diálogos maravillosos que se le ocurren a la Mastretta, y la película lo compensa quedándose con gran parte de la narración (literalmente en viva voz de Catalina Guzmán), la celestial visión de Ana Claudia Talancón desnuda, y la increíble personificación que hace del general Andrés Ascencio el actor Daniel Giménez Cacho.

La historia de Catalina Guzmán es, al final de cuentas, la historia de una niña fresa poblana, que se casa adolescente con un tipo más de veinte años mayor que ella, y que toda su vida al lado de él termina condonando implícitamente su comportamiento. El personaje de Catalina Guzmán a mí me parece, desde hace veinte años que leí la novela por primera vez, un personaje asqueroso.

Pinche vieja; se hizo pendeja toda la vida con tal de conservar el dinero, y las casas, y la posibilidad de hacer (para motivos prácticos) lo que se le dio la regalada gana. Una única vez intenta abandonar al general, y ella misma explica las razones de porqué regresa (que regresa voluntariamente, no como en la película que Juan el chofer va por ella): “no me gustó mi nueva vida”. Pues sí, cómo iba a ponerse a trabajar o algo así; qué horror sólo pensar en eso.

La película trata de mejorar al personaje en varios aspectos, y la verdad no sé si esas desviaciones de la novela hacen mejor o peor la historia; a mí no me gustaron. Por ejemplo, en la película parece que Catalina no abandona al general por sus hijos: en la novela ella misma decide mandar al cuerno a los niños. Al final (para motivos prácticos) le valían madre; sus propios hijos y los otros del general.

Todos los asesinatos, todas las chingaderas de su marido ella realmente prefería ni pensar en eso, o no enterarse si podía: hasta que matan a Carlos… que en la novela yo sigo sosteniendo que es ambiguo si fue o no el general el asesino. De hecho un montón de cosas son ambiguas en la novela; y lo son porque la narradora es Catalina, que quiere que sean ambiguas, porque nunca quiso lidiar con la aterrorizante realidad de con quién se había casado. En la película algunas de esas cosas dejan de ser ambiguas, y repito, no sé si mejore o no la historia, pero a mí no me gustaron.

Las últimas dos cosas que cambia la película (y las que más me molestaron) son el papel de Caty en la muerte del general (en la película básicamente lo envenena), y que Andrés casi tenía asegurada la candidatura a la Presidencia de la República. En la novela Andrés era un viejo cacique derrotado y rebasado para cuando se muere; también por el té negro, pero después de años de tomarlo en exceso por voluntad propia,

Repito para quien no me lo haya oído decir: la novela es de mis favoritas de toda la vida, la he de haber leído más de diez veces fácilmente. Eso no quita que Catalina Guzmán me parezca una zángana asquerosa; que además ese tipo de personaje se vuelve más descarado en las subsecuentes novelas y cuentos de la Mastretta. Siempre escribe de viejas con lana; es incapaz de pensar en una historia que involucre una mujer pobre.

En la misma novela de Arráncame la Vida, Catalina es amiga de la Bibi, amante del general Odilón. Durante la mitad de la novela Bibi no puede casarse con Odilón porque el general estaba casado con su primera mujer, que había sido soldadera durante la Revolución Mexicana. Y la Mastretta, en la voz de Catalina, habla con un desprecio de la esposa de Odilón; que es fea, que es vulgar, que no hace el “favor” de morirse para que su amiga pueda casarse con el general.

Vieja pendeja; al menos esa mujer, fea, vulgar y lo que quiera, hizo algo trascendente en su vida: peleó en la revolución. En cambio Catalina pasó de niña pendeja y mimada a esposa de lujo pendeja y mimada.

Esos sentimientos se transladan a la película: me gustó muchísimo (ayuda bastante ver encuerada a Ana Claudia Talancón, que probablemente haya hecho el papel de su vida aquí). Pero sigo pensando lo mismo de la historia y el personaje. Pobrecita Catalina, encadenada a un marido que jamás le pegó ni la forzó sexualmente (al menos en la novela), que le mataron a su amante músico, pero que jamás intentó de verdad el tratar de vivir sin la cuenta de cheques sin fondo y las casas de lujo con sirvientes que le cumplían hasta su más mínimo capricho.

La película vale (y mucho) la pena verla nada más por la realización, la sobrecogedora belleza y cachondez de Ana Claudia Talancón, y la increíble actuación de Daniel Giménez Cacho. Les diría entonces que fueran a verla, pero probablemente yo era el único pendejo que no lo había hecho. Así que mejor les diré que lean la novela, si no lo han hecho, y que la relean, si ya lo hicieron.

Y que Catalina Guzmán es un personaje asqueroso.

7 Comments (Open | Close)

7 Comments To "Arráncame la Vida"

#1 Comment By Princess On octubre 17, 2008 @ 11:19 PM

No comentas nada de la asquerosa interpretación de José María de Tavira, por dios, quién le dijo que actuaba???

Concretamente, a qué te refieres con que es la película mexicana mejor hecha que has visto? A lo visual, la fotografía, etc. Y otra pregunta, has visto Como agua para chocolate?

BYe.

#2 Comment By Canek On octubre 17, 2008 @ 11:41 PM

> No comentas nada de la asquerosa interpretación de José María de Tavira, por dios, quién le dijo que actuaba???

Sale como trece segundos, es razonablemente guapo, y tuvo la particular ventaja de que no me cayó mal. Y sí tiene manos de pianista.

> Concretamente, a qué te refieres con que es la película mexicana mejor hecha que has visto? A lo visual, la fotografía, etc.

A todo. Pero hago énfasis en que la película mexicana mejor hecha no es necesariamente la mejor película mexicana.

Y se me olvidó mencionarlo en la entrada; la música es maravillosa, al grado de querer llorar mientras la oía.

> Y otra pregunta, has visto Como agua para chocolate?

Por supuesto que ya vi Como agua para chocolate. También, por supuesto, ya leí la novela.

Arráncame la Vida es mucho mejor novela que Como agua para chocolate. Arráncame la Vida es mejor (aunque no por mucho) película que Como agua para chocolate.

En particular, me gustaría patear en los huevos al retrasado mental que se le ocurrió darle el papel de Pedro Muzquiz a Marco Leonardi; un pobre pendejo italiano que hablaba tan mal el español que tuvieron que doblarlo para que se le entendiera

Y, contrario a José María de Tavira en Arráncame la Vida, en Como agua para chocolate tenemos que chutarnos a Marco Leonardi durante casi toda la película.

Por último; además de que Arráncame la Vida es mejor novela que Como agua para chocolate, y que Arráncame la Vida es mejor película que Como agua para chocolate, Arráncame la Vida está como doce millones de veces mejor hecha.

Como agua para chocolate debía ser realismo mágico; los patéticos “efectos especiales” (por decirles de alguna manera) que tiene dan ganas de llorar.

Lo repito de nuevo: Arráncame la Vida es, probablemente, la película mexicana mejor hecha que he visto. Nunca dije que fuera la mejor película mexicana que he visto; está lejos de eso. Pero creo que sí es la mejor hecha.

Y sencillamente no tiene punto de comparación con Como agua para chocolate; en absolutamente todo le gana: en algunas cosas por poco, en otras de calle.

#3 Comment By Princess On octubre 18, 2008 @ 5:31 PM

No es que comparara a Arráncame la vida con Como agua para chocolate, sino que simplemente pienso que podrían contrastarse dadas las circunstancias. Las dos me gustan, además. Tal vez Arráncame la vida sea mejor novela, y película que Como agua para chocolate, pero los personajes son mucho más entrañables en Como agua para chocolate.

Si comparáramos a Tita con Catalina con qué personaje te quedarías? Deja de lado que Tita sea Lumi Cavazos y Catalina Ana Claudia Talancón.

Además, no te parece que en las dos películas hay actuaciones memorables? Si bien Daniel Giménez Cacho se la lleva en Arráncame la vida; Regina Torné no tiene madre (definitivamente) en Como agua para chocolate.

Eso es todo, nos vemos.

Princess

#4 Comment By Canek On octubre 18, 2008 @ 5:41 PM

Evidentemente me quedo con Tita; ya dije que Catalina Guzmán me parece un personaje asqueroso. Pero prefiero la actuación de Giménez Cacho a la de la Torné.

#5 Comment By marichuy On octubre 20, 2008 @ 9:30 AM

Hola

Yo de contreras. Estoy de acuerdo contigo, como producción “Arráncame la vida” es impecable; pero Ana Claudia que es linda y agradable, pero por más que no actúa del todo mal, no logra dar con la chispa de Catalina Guzmán de Ascencio. Quizá sea que junto a Daniel Giménez Cacho, todos los demás actores, incluida Ana Claudia, quedan sepultados. Tienes razón, el General Ascencio no es precisamente el tipo de papeles/personajes especialidad de Daniel. Mucho actor este hombre, para un casting tan pobre.

En lo que no coincido contigo es en que “Arráncame la vida” sea la mejor novela de la Mastretta [por ahí llegué a leer que algún insensato la comparaba con “Madame Bovary”¡! por Dios, más respeto a las obras maestras y con la memoria de Gustave Flaubert], me parece que es divertida y en su momento me hizo reír con su frescura y su lenguaje, no obstante creo que su mejor obra –de Mastretta-, es “Mal de amores”, tanto en el tratamiento de esa historia, como en los personajes.

Saludos, me gusta tu sitio web

#6 Comment By Canek On octubre 20, 2008 @ 10:19 AM

No estoy de acuerdo; la Talancón actúa bastante bien. Nada que ver con Giménez Cacho, pero bastante bien. Su mayor problema es que es tan bonita que es difícil tomarla en serio para casi nada.

Respecto a Mal de Amores, es una bazofia de novela; ridícula, predecible y pendejísima. Y para acabarla de amolar, no tiene la narración o diálogos de Arráncame la Vida.

Mal de Amores no tiene punto de comparación con Arráncame la Vida; y no lo sólo digo yo: lo dice casi cualquiera que haya leído ambas novelas. De hecho, eres la primera persona que escucho decir esto (que Mal de Amores es mejor); tuve que leerlo un par de veces para ver si no estabas bromeando.

#7 Comment By Shanti On octubre 20, 2008 @ 12:15 PM

“Su mayor problema es que es tan bonita que es difícil tomarla en serio para casi nada.”

Ya sé, tengo el mismo problema.. jajaja… (just kidding)