Una de acción, otra no sé

Total que me chuté dos churros en Cinépolis. Se aplican las de siempre.

  • Eagle Eye (Control Total).
    Eagle Eye

    Eagle Eye

    The cake is a lie!

    Esta película tiene realmente sólo tres cosas buenas: la primera escena (que además viéndolo bien es la única creíble), y dos espectaculares persecusiones en carro, que no ayudan nada a la trama pero qué chingonas les quedaron.

    La histora es tan increíble y sencillamente pendeja que ni siquiera voy a intentar contarla; pero a mí me entretuvo bastante, me cae muy bien Shia LaBeouf, y Michelle Monaghan está guapota, así que realmente no me quejo.

    Pero sí debe ser la película de acción más tarada que he visto en un ratote. Divertida, sin duda, pero tarada como ella sola.

  • Funny Games (Juegos Sádicos).
    Funny Games

    Funny Games

    Esta película me metí a verla básicamente porque Naomi Watts y Tim Roth me parecen fenomenales.

    Lamentablemente me parece que es una película increíblemente pretenciosa, y además sencillamente incomodísima en la mayor parte de sus escenas.

    De cualquier forma Michael Pitt y Brady Corbet me parecieron fabulosos; especialmente el primero. Aunque terminen resultando monstruos que además ni siquiera intentan explicar cómo es que llegaron a serlos, hay algo de encantador en los dos muchachos asesinos.

    Pero fuera de eso no puedo decir que me haya gustado mucho; y además tengo problemas para categorizarla. No creo que sea de horror, y de suspenso lo dudo mucho también. No me queda muy claro qué onda con esta película; y las partes donde Michael Pitt rompe la cuarta pared ciertamente no ayudan.

    Lo que sí me queda claro es lo pretenciosa que es; y a mí eso en general no lo soporto.

Un comentario sobre “Una de acción, otra no sé

  1. Y sabes que es lo peor de “Funny gammes”? el que su director Michaekl Haneke se auto-refríete de esa forma, con el mero objetivo de ingresar al dorado mundo hollywoodense. Diez años después de su violenta y perturbadora “Funny games” [el film inglés original, que el mismo dirigiera en 1997], viene a Hollywood a echarlo todo a perder y a mostrarse, ahora sí 100% pretencioso. Es cierto que sus filmes no son nada complacientes y que gusta de provocar; no obstante, me parece que las películas europeas que ha realizado, mayoritariamente en Francia, son interesantes; duras pero buenas; “La pianista”, basada en la novela homónima de Elfriede Jelinek, Francia-Austria 2001, con la actriz Isabel Huppert, por ejemplo.

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