Pelos

No tengo problemas con lavar la ropa; de hecho me gusta el olor del suavitel. Tampoco tengo problemas con lavar los trastes, y si hay agua caliente y música agradable, hasta lo disfruto. Mucho menos tengo problemas con mantener ordenado todo; soy lo suficientemente neurótico que de cualquier forma lo haría. Incluyendo tender la cama, que además para mí la definición básica de “cuarto arreglado” siempre ha sido que la cama esté tendida.

Pero sí tengo un problema con barrer, y eso es justamente lo que más tengo que hacer, porque tengo una cantidad tal de pelos sobre todo el cuerpo que tienden a desprenderse y caer al suelo, donde se juntan además con el polvo, y a las pocas horas de que barrí y trapeé ahí están de nuevo esas bolas de pelos que estoy seguro que si dejara que se acumulasen me permitirían construir un montón de Canekitos.

Además, la no despreciable cantidad de pelos que tengo en el pecho, los brazos y (para motivos prácticos) todo el resto de mi cuerpo, mientras que es discutible qué tan bien se ven ahí sobre mi cuerpo (hay opiniones muy firmes en uno u otro extremo), lo cierto es que todos y cada uno de ellos, desprendidos de mí, tienen todo el aspecto de pelos púbicos.

(Lo cual daba motivo a todo tipo de comentarios en la oficina, cuando trabajaba y me ponía a limpiar mi teclado; salían decenas, centenas de dichos pelos).

Mi pequeña aspiradora de mano alivia en algo la situación, pero la realidad es que sencillamente tengo que barrer más seguido; casi diario.

Y con barrer sí tengo un problema.

10 comentarios sobre “Pelos

  1. Te entiendo perfectamente (siempre he tenido una cabellera muy abundante y para colmo al parecer con voluntad propia para acomodarse como se le de la gana). Y a pesar de eso estoy dispuesta a dejarlo crecer un poco más abajo de los hombros por primera vez en mi vida.

    Ni hablar, a agarrar la escoba…

  2. No, pero los pelos de la cabeza no me importan. Esos los recojo fácilmente. Son la infinidad de pelitos que se me caen de todo el cuerpo los que me preocupan.

  3. Jajaja… supongo que esos deben ser mayor problema. Ahí si no tengo mucha experiencia :-)

    En las fotos no te ves tan peludo…

    En la escuela había un compañero que sí era un peludote, era como una alfombra desde las cejas hasta… hasta salva sea la parte (no me consta, pero también lo supongo), una vez que salimos de viaje a Oaxaca en grupo se metió a la alberca del hotel junto con otros compañeros y de repente pasó un amigo y se puso a gritar: “¡Hey, saquen a ese perro que se está ahogando!… ah, no, es Noé”…

  4. Ya entendí lo de los pelos. (Por ahí se coló en la foto un pez bolsa -¿o un pez botella?- de esos que últimamente abundan en nuestras playas… De las playas jaliscienses, que es mi estado, mejor no digo nada porque contamos con algunas de las más contaminadas en todo el país, según Greenpeace).

    En lo personal me sumo al extremo de los que piensan que los pelos en el cuerpo de los hombres no son desagradables. Te ves bien en esa foto ;-)

  5. Uf, regresé. Si tanto te molestan los pelos (tengo un problema parecido con mi gato) cómprate una aspiradora, no de mano. Una de esas con las que no tienes que agacharte para limpiar.

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